Cierto es, que cuando uno se adentra en un museo de arte contemporáneo nunca sabe cuales serán sus sensaciones tras la visita, lo moderno es lo que tiene, sin embargo, si algo te llega el disfrute se multiplica exponencialmente. Así me ocurrió hace unos días cuando contemplé las obras de arte de los cuatro niveles del CAB, aquella mañana fue una gozada culminar el paseo matinal por el casco antiguo de la ciudad con este maridaje entre tradición y modernidad.
Dado que estas fechas, además de para cometer excesos de todo tipo, suelen estar asociadas a algunos días extra de fiesta, os propongo que hagáis un receso dentro de la vorágine navideña y respiréis arte y tranquilidad por partes iguales, que en estos tiempos que corren nunca viene mal. Por cierto, solo podéis verlas hasta el día 9 de Enero, luego cambian los contenidos del museo.
¿El próximo reto? En Enero el festival Escena Abierta.
J. Barbero