martes, 28 de junio de 2011

Historias de bar - La bici

En los primeros viernes del mercadillo que se hace en el Empecinado, el parque que hay al lado del bar, todavía andábamos un poco verdes en eso de servir a toda leche los “cafés con leches”, como los llamaban nuestros amigos los gitanos.

Uno de esos viernes, una chica entre la multitud me pidió un café y un pincho de tortilla. A los diez minutos la chica seguía allí esperando, sin decir nada.
Me dí cuenta de mi olvido y le puse un café con leche y un croissant, mientras le pedía disculpas por la tardanza. Ella dijo que no pasaba nada por el tiempo,  pero que me había pedido un pincho. Abochornado, se lo puse e intenté invitarle a la consumición. La chica aceptó la invitación a cambio de regalarme un libro que se acababa de comprar. Y así empezó una larga amistad que sigue hasta ahora con constantes detalles por su parte.

El último de ellos ha sido una bici. Lo hemos hablado en el bar y hemos decidido dejarla en el almacén para que cualquiera que la necesite pueda cogerla. Pondremos unas pequeñas normas de préstamo que ya os comentaremos.

Hasta la próxima historia.

Pepe.

3 comentarios:

  1. buen regalin si señor!a disfrutarla!!!!

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  2. Muy buena idea, hay que fomentar el transporte ecológico y sano. Esperamos ansiosos las normas de préstamo.Un saludo.

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  3. Igual más de una noche para volver a casita viene fenomenal...

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