miércoles, 22 de febrero de 2012

CREMATORIO: Hasta que no quede nada

Empresario que a través del negocio de la construcción, entre otros, ha conseguido amasar fortuna y poder. ¿Le conocen? Daré alguna pista más.
Es originario del pueblo de Misent, situado en el Levante, y sus negocios urbanísticos se extienden por la costa.
Tiene un montón de amigos, aunque esta palabra quede un poco desvirtuada en su caso. Entre ellos se encuentran políticos de todo signo, cargos públicos, empresarios diversos y unos ciudadanos rusos que frecuentan con asiduidad un prostíbulo, dónde al parecer se dedican al comercio.

Tiene una hija marchante de arte, su yerno es profesor universitario, su nieta estudia en Inglaterra, Collado es uno de sus socios, Mónica es su pareja y Sarcós es su chofer.
Sí, es Rubén Bertomeu, personaje protagonista de la serie Crematorio.
Estrenada en 2011 en Canal+ y emitida en abierto en La Sexta, está basada en la novela de Rafael Chirbes, con guiones de Laura Sarmiento, Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo (que también la dirige)  y producida por Canal+ y Mod Producciones.

Crematorio es un rara avis dentro de sus congéneres hispanos. Desprende arrojo, calidad y atrevimiento, propiedades que la acercan al modelo de televisión inteligente que comenzó la HBO en Estados Unidos. Desgraciadamente en España, en general, sea por la poca proliferación de canales de pago, sea por la minúscula audacia de las televisiones, las series perpetúan los mismos arquetipos temáticos (vecinales, profesionales, históricos...) y estéticos, una y otra vez. En este sentido, Crematorio merece la pena, entre otras cosas, por:

1.      Actores: No siendo ninguno figura de primerísima línea realizan un creíble y excelente trabajo. Mención especial merece Pepe Sancho y su Rubén Bertomeu.
2.      Temática: Ninguna serie española se ha atrevido a tratar la especulación, la ambición, el poder y sus entresijos de una manera tan fresca. Por fin se empieza a sacar la basura.
3.      Estética: Con planos muy cuidados y una utilización de la óptica de cine que permite cuidar y retratar la luz tan particular del Mediterráneo, su atmósfera en general y la puesta en escena están muy elaboradas. La serie ha salido del estudio, algo poco frecuente entre sus compañeras televisivas.

Pues sí, lo reitero, hay que ver Crematorio, una disertación sobre el poder, la especulación inmobiliaria, los turbios negocios, el método mafioso... Pero sobre todo y ante todo una auténtica reflexión sobre la ambición que rodea a toda persona proveniente de cualquier escala social o económica y que, no lo olvidemos, es exigente y capaz de quemar todo hasta que no quede nada.

A.P.P.

imagen: hablandodeseries.com

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